“A veces la ultima llave es que abre la puerta” es una historia de amor contada por Connie y Vinz en Almazara de Rancho Olivares con una propuesta ideal para una boda de otoño.
Esta boda espectacular se celebro en la plaza principal del recinto, en donde el estilo industrial de la fachada se rodea de increíbles vistas y los increíbles olivares, característicos del lugar.
Pensado como un evento íntimo, esta boda petit para 50 personas estuvo rodeada de detalles que la pareja incluyo con el fin de reflejar su esencia y estilo. Las llaves que simbolizan y reflejan su historia de amor fueron clave para la decoración de las mesas y como perfecto giveaway.
Una paleta de color en donde el verde se pierde con los olivos del ambiente, acentuado con tonos rosas y lilas. Increíbles arreglos florales con follajes que a pesar de su minimalismo logran ser tan románticos y armoniosos con el lugar.
En la mesa principal los novios fueron los protagonistas de la noche, con una mesa central decorada con flores y con detalles de iluminación al techo.
Frases, detalles y photo oppotunities fueron pensados para que esta boda quede en la memoria de todos los asistentes.
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