boda gay al atardecer

Foto de portada Por Algean Dream Weddings

Me gustaría saber cuál es el momento perfecto para decir: Es con el/ella, me gustaría saber cuál es el momento perfecto para decir: Es por siempre y no a medias.

No resulta del todo fácil ser feliz, mucho menos hacer a alguien feliz y muchísimo menos dejar que alguien te haga feliz, absurdo ¿No?, Sin embargo; me gusta pensar que parte de la belleza en esta vida, está en reconocer que los errores son buenos porque nos dejan un aprendizaje y que la mejor parte de platicarlo es porque ya lo viviste para poder contarlo.

 

Y así fue, entre colores turquesa, blanco, beige y arena fue mi asistencia a una boda gay. Era muy joven para comprender términos como “Destination weddings” bodas de parejas del mismo sexo y claro, menos podía comprender si el Código Civil respaldaba en aquellas fechas una unión de esa naturaleza. Pero esta boda no era como cualquier otra; aunque haya asistido a otras, esta tenía algo diferente y muy especial, era el matrimonio de mi tío favorito y sabía que era un acontecimiento que nunca iba a poder olvidar.

Tienes que leer: Desierto de sal para tu luna de miel ¡Aquí los detalles! https://www.thebrible.com/index.php/desierto-de-sal-para-tu-luna-de-miel-aqui-los-detalles/

recien casadas en boda gay celebrando el amor
Joanna Fisher Photography

Inmersa en la alegría que traen los días de playa, con paisajes hermosos y detalles deliciosos, fui testigo de esa unión con mucha naturalidad. Posiblemente entre los invitados, el chisme y el morbo ardía sin frenar, pero yo simplemente podía apreciar la unión de dos personas profundamente enamoradas, llenas de sueños e ilusiones. Mientras sonaba la canción de A Thousand Years con violín, entraron los novios de los brazos de sus madres, con ojos cargados de emoción, como cualquier pareja camino hacia el altar. Ambos novios decidieron unir sus vidas frente al mar, mezclando arenas de colores con un hermoso mensaje final. La elegancia predominaba en la ceremonia, vestían trajes color beige, caminaron entre la arena y yo sentada en primera fila, era testigo de una unión no convencional.

Te recomiendo: Escribir tus votos matrimoniales ¡Es más fácil de lo que crees! 

Laura May

Claro, en ese momento era tan niña que no lo entendía, no entendía que detrás de esas sonrisas había tristeza, porque no todos los familiares y amigos que ellos amaban estaban presente para dar abrazos, por todos y cada uno de los seres que no asistieron, por el que dirán: hoy me digo a mi misma ¿Y qué más da? ¿Qué acaso detrás de nuestra piel o de una placa de rayos x, no somos seres humanos igual? En serio, de haber sabido que iban a pasar muchos años para que su unión fuera respaldada por la ley, tal vez hubiera dicho algo como: todo está bien y todo estará bien.

No digo que el camino sea fácil porque vivimos en una sociedad conservadora en la que muchas veces divide amistades, amores y familia. Pero el día de hoy, si pudiera decirte algo neutro a ti que estás leyendo esto y te estás enterando que tu tío/primo/hermano es gay. Estés de acuerdo o no, los invito a que todos seamos tolerantes, y que la próxima vez que te inviten a una boda gay, veas más allá del vestido que trajo la tía María y puedas celebrar un amor para recordar. Porque todo eso que aprendí cuando era apenas una niña, fue porque me enamoré; me enamoré de cómo se veían a los ojos, del momento emotivo que nos hicieron vivir y de la persona con quien yo me llegará a casar sin saber aún donde está.