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¿Recuerdas la primera vez que viste una pareja anfitriona? De esas que te preguntan ¿Qué quieres escuchar? Mientras sacan la tabla de quesos, el vino y te hacen sentir como un familiar más.
Curiosamente la primera vez que los vi, era demasiado pequeña para comprender; Carlos y Eva eran recién casados; para mí eran dos adultos más que llegaban al altar y se sumaban al clan de personas aburridas y sin nada que contar ¡Error! La vida me dio una lección y fue ahí cuando entendí de lo que trata ser un buen anfitrión.
Te platico…. cuando llegas a su casa, seguridad ya está al tanto de que vas a llegar (nosotros podemos llegar ligeramente tarde, pero ellos jamás te harán esperar). Al abrir la puerta percibes su energía positiva ¡Cuidan cada detalle! Desde los gustos de sus invitados hasta la comida que van a servir y el postre que van a compartir.
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En la cocina puedes ver a Carlos haciendo malabares de espadas o ¡Simplemente haciendo reír a Eva! Lo que sea que te sirvan, ellos dicen que nos va a encantar porque lo hicieron con mucho amor y que ningún sazonador va a poder reemplazar ese sabor.
Además, saben cómo subir el tono de la convivencia, iniciando con una plática amena, con un repertorio de música de fondo que ¡Nadie se puede quejar! Desde Luis Miguel hasta música clásica; y si te parece poco, cuando menos te lo esperas Eva ya repartió las cartas para jugar Texas Hold’Em y Carlos ya hizo la primera apuesta.
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Si aún no te empalagas; déjame contarte de su máximo atributo, el karaoke, ese momento cumbre en el que impulsan a los invitados a relajarse y dejar a un lado la timidez para que disfruten y se sientan cómodos, pues bien dicen ellos: no seremos los mejores cantantes; pero al menos lo intentamos, actitud que valoramos y siempre terminamos adoptando.
Por mi parte, puedo decir que la clave para ser una buena pareja anfitriona está en la chispa que tienes con tu pareja; ya que deben logran que sus invitados se desconecten de sus problemas en un par de horas
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Los anfitriones no tienen una lista de actividades para salir de la rutina, mucho menos un manual para un amor eterno y sin medida; ellos viven y disfrutan de su compañía, no fingen un papel ante la sociedad, simplemente asumen su responsabilidad como equipo para inspirar, proyectar y asegurar a los demás que cuando estas con la persona correcta no hay necesidad de pretender que eres feliz.
Así que la próxima vez que tengan invitados en casa, asegúrense de reflejar su amor en todos los preparativos que tengan para ellos, sin duda lograrán que se sientan súper cómodos; además de que pasarán un tiempo increíble y se quedarán con ganas de regresar a compartir momentos su lado.