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Una tendencia en crecimiento en Europa y América del Sur, es el WEDDING COACHING que se posiciona rápidamente en la industria de las bodas como un plus a la planeación normalmente utilizada.
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Mobiliario, catering, table styling, incluso el vestido, son aspectos de los cuales ya se está encargando un wedding planner; sin embargo, la organización de una boda implica una combinación extraña de felicidad y estrés; por lo tanto, el manejo de los sentimientos de los novios, es de lo que se encarga un wedding coach.
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Un estudio realizado en 2013 por The Wedding Report encontró que un 13 por ciento de los compromisos (aproximadamente unos 25,000) no terminan en matrimonio.
“Muchos de mis pacientes comienzan a enfrentar la transición hacia la adultez cuando se comprometen”, dice Christina Curtis, psicoterapeuta neoyorquina.
De aquí surge la necesidad de un servicio profesional que brinde las herramientas necesarias para pasar por esta transición de la manera más satisfactoria.
Un wedding coach, cuenta con experiencia en planeación de bodas y a su vez con experiencia como entrenador de vida personal. Es un especialista en la gestión de las emociones de los implicados en la boda. La idea, es que se encuentre involucrado en la boda a lo largo de todo el proceso.
Tomando en cuenta que el objetivo de las bodas hoy en día es mejorar las experiencias de los asistentes, esta tendencia propone mejorar también la experiencia de los involucrados en la organización del evento.
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