Foto de portada por Moat Hill photography
“Nunca tenga la certeza de nada, porque la sabiduría comienza con la duda”, es una frase muy conocida del gran Sigmund Freud y se adapta apropiadamente a un tema tan común, pero del que pocas veces se puede hablar abiertamente y este es la indecisión o temor que surge al pensar en el matrimonio.
Para empezar; debemos decir que la mayoría de las personas experimenta una sensación de temor e inseguridad al pensar en el matrimonio, tanto hombres como mujeres y partiendo de esto podemos decirte que no es algo malo ni algo que deba hacer sentir culpable a quien lo siente.
No te pierdas: Lo más hot de los MET GALA 2019
También lee: Lets Talk! Temas que tienes que abordar con tu pareja
Si algo hay que aclarar es justamente que no se trata de la falta de seguridad respecto al sentimiento que se tiene por tu pareja; sin embargo, esta seguridad debe estar presente en ambos ya que deben estar totalmente convencidos; aunque de ser el caso, en el que tu seguridad sobre tus sentimientos es lo que provoca esa indecisión, realmente podrías reconsiderarlo.
En la decisión de casarte; debes pensar y contemplar, que es algo que no se toma a la ligera; pero a su vez, debes analizar el por qué de querer hacerlo. Muchas de las veces existen factores externos que te hacen sentir bajo presión y esto es poco favorable en algunas ocasiones. En caso de que te des cuenta de que existe algo ajeno a tu completa voluntad, lo mejor es hablarlo y eso te facilitará todo.
Puedes leer: Sal de la rutina con estos fenomenales tips
Nietzsche en su libro “Así habló Zaratustra”, hace mención en la importancia de estar seguro y completo, ya que eso repercute no solo en la decisión de estar con alguien, sino también en hechos futuros, como tener hijos, por ejemplo, él dice:
“Tengo una pregunta para ti solo, hermano mío: como una sonda lanzo esta pregunta a tu alma, para saber lo profunda que es. Tú eres joven y deseas para ti hijos y matrimonio. Pero yo te pregunto: ¿eres un hombre al que le sea lícito desear para sí un hijo?
¿Eres tú el victorioso, el domeñador de ti mismo, el soberano de los sentidos, el señor de tus virtudes? Así te pregunto. ¿O hablan en tu deseo el animal y la necesidad? ¿O la soledad? ¿O la insatisfacción contigo mismo?
Yo quiero que tu victoria y tu libertad anhelen un hijo. Monumentos vivientes debes erigir a tu victoria y a tu liberación Por encima de ti debes construir. Pero antes tienes que estar construido tú mismo, cuadrado de cuerpo y de alma.
¡No debes propagarte sólo al mismo nivel, sino hacia arriba! ¡Ayúdate para ello el jardín del matrimonio! Un cuerpo más elevado debes crear, un primer movimiento, una rueda que gire por sí misma, – un creador debes tú crear.
Matrimonio: así llamo yo la voluntad de dos de crear uno que sea más que quienes lo crearon. Respeto recíproco llamo yo al matrimonio, entre quienes desean eso”.
El matrimonio sin duda es una de las mil maneras de demostrar amor y respeto a alguien a quien se ama y en cuanto te sientas totalmente segura, te convencerás de que posiblemente será la mejor decisión de tu vida.
